EL TELÉFONO MÓVIL COMO HERRAMIENTA DE TRABAJO
A pesar del cambio de diseño que los teléfonos móviles han ido sufriendo, continúan siendo aparatos fáciles de usar con un gran número de ventajas tanto para periodistas como para los receptores de información.
Esto tiene muchas implicaciones ya que afecta a las costumbres laborales de muchos sectores, incluido el mundo del periodismo. Cualquier cosa que ocurra en el lugar donde el periodista se encuentre podrá inmortalizarlo en su teléfono móvil y en pocos segundos llegar al ordenador de la redacción pudiendo ser la fotografía publicada o emitida. No solo es positivo el hecho de poder mandar imágenes en cuestión de minutos. Por otro lado, el periodista puede estar en continuo contacto con la redacción. En este sentido, la televisión y la radio son las más beneficiadas ya que con una simple llamada al periodista desde el lugar del acontecimiento éste puede entrar en directo a contar los datos más importantes.
Pero los beneficios no son únicamente para los periodistas, también el receptor de la información encuentra en el teléfono móvil una gran ventaja para estar informado. Con el simple hecho de tener un móvil inteligente cualquier persona puede recibir todo tipo de información: desde las farmacias que se encuentran de guardia, a los horarios de cine, los números premiados en la lotería...y un sin fin de informaciones.
Aún hay algo que sorprende más. Esta nueva tecnología posibilita al usuario estar informado las veinticuatro horas del día de todo lo que ocurre en el mundo a través de las llamadas alertas informativas. Todos los titulares nacionales, internaciones, deportivos...¡en el bolsillo de cualquier persona!
En este punto se plantea una crítica, ¿influirá esta tecnología en la calidad de los contenidos informativos? No tiene por qué. Lo que el receptor recibe en su teléfono móvil simplemente son los titulares de los hechos. Para analizar, profundizar y contextualizar la información ya hay otros medios, como puede ser el periódico. Cada medio tiene su lugar en la llamada sociedad de información.
Esto tiene muchas implicaciones ya que afecta a las costumbres laborales de muchos sectores, incluido el mundo del periodismo. Cualquier cosa que ocurra en el lugar donde el periodista se encuentre podrá inmortalizarlo en su teléfono móvil y en pocos segundos llegar al ordenador de la redacción pudiendo ser la fotografía publicada o emitida. No solo es positivo el hecho de poder mandar imágenes en cuestión de minutos. Por otro lado, el periodista puede estar en continuo contacto con la redacción. En este sentido, la televisión y la radio son las más beneficiadas ya que con una simple llamada al periodista desde el lugar del acontecimiento éste puede entrar en directo a contar los datos más importantes.
Pero los beneficios no son únicamente para los periodistas, también el receptor de la información encuentra en el teléfono móvil una gran ventaja para estar informado. Con el simple hecho de tener un móvil inteligente cualquier persona puede recibir todo tipo de información: desde las farmacias que se encuentran de guardia, a los horarios de cine, los números premiados en la lotería...y un sin fin de informaciones.
Aún hay algo que sorprende más. Esta nueva tecnología posibilita al usuario estar informado las veinticuatro horas del día de todo lo que ocurre en el mundo a través de las llamadas alertas informativas. Todos los titulares nacionales, internaciones, deportivos...¡en el bolsillo de cualquier persona!
En este punto se plantea una crítica, ¿influirá esta tecnología en la calidad de los contenidos informativos? No tiene por qué. Lo que el receptor recibe en su teléfono móvil simplemente son los titulares de los hechos. Para analizar, profundizar y contextualizar la información ya hay otros medios, como puede ser el periódico. Cada medio tiene su lugar en la llamada sociedad de información.
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